top of page
Buscar

Por qué debes corregir tu libro antes de publicarlo

Publicar sin corregir es como salir a una cita con espinaca entre los dientes y pensar que nadie lo va a notar. 😬 Si quieres que tu libro enamore y no espante, necesitas darle una buena revisada antes de lanzarlo al mundo. Hoy te voy a contar, con glamour y sinceridad brutal, por qué la importancia de corregir o editar tu libro antes de publicarlo es tan vital como el café en la mañana.


¿Vas a publicar tu libro? ¡Espera! Lee esto primero


Escribir un libro no te convierte automáticamente en autora publicada. ¡Sorry not sorry!. Terminar tu manuscrito es solo el principio. Si lo mandas directo a Amazon sin pasar por la corrección, es como llegar a una fiesta elegante con pantuflas: llamas la atención, sí, pero por las razones equivocadas.

Y no me malinterpretes, no se trata de perfección, se trata de respeto por tu obra y por tus lectores. Porque escribir sí, pero publicar con calidad, ¡eso ya es otro nivel, mi amor!


Vamos a hablar claro: tienes una sola oportunidad de enganchar al lector, y nadie, absolutamente nadie, se queda leyendo un libro con errores ortográficos que hacen sangrar los ojos o con frases tan confusas que parecen acertijos. Publicar sin corregir es firmar un contrato con el "fracaso silencioso": ese en el que tu libro se queda en el fondo del catálogo, sin reseñas, sin recomendaciones, y con un par de devoluciones por "problemas técnicos".

Ahora, sé lo que estás pensando: "¿Pero qué tipo de corrección necesito?". Aquí viene la parte buena.


Sabes qué corrección necesitas: Ortotipo... ¿qué?


La primera que necesitas se llama corrección ortotipográfica. ¿Complicado el nombre? No te preocupes, te lo traduzco: es esa revisión minuciosa que se encarga de que no pongas “valla” donde va “vaya”, que no pongas tildes donde no van (¡ni te las comas!), y que los signos de puntuación estén ahí, firmes, elegantes y en su sitio. Esta corrección le da orden a tu texto. Le da limpieza. Le da dignidad.

Porque créeme, si el lector tiene que volver tres veces a una misma frase para entenderla, fuiste. Cerró tu libro, puso un emoji de decepción mental, y buscó otro.

Y luego tenemos la gloriosa edición de estilo. Ahí es donde la cosa se pone sabrosita. La edición de estilo se encarga de que tu historia fluya como un bolero bien cantado: sin baches, sin frases pesadas, sin diálogos que suenan a robot. Te ayuda a encontrar tu voz, a destacar lo bueno, y a eliminar lo que sobra. A veces uno se encariña con párrafos enteros que no sirven pa’ nada. Bueno, el editor de estilo viene con su bisturí narrativo y hace magia.


¿Y si me salto todo eso y lo publico igual?


Ah, bueno. Entonces prepárate para:

Reseñas tipo: “Interesante historia, pero le URGE una buena corrección.”

Lectores confundidos que no saben qué pasó con el personaje del capítulo 4 porque simplemente desapareció.

Y mi favorita: comentarios de "me gustó la idea, pero no pude con tantos errores."

Doloroso. Pero evitable.


Aquí entre tú y yo…


Uno de los errores más comunes que cometen los escritores autopublicados es pensar que con que alguien lo “revise por encima”, ya está. ¡Falso! Necesitas ojos profesionales. Alguien que no esté emocionalmente involucrado con la historia. Que no te diga “está bonito” por compromiso. Sino que vea lo que tú no puedes ver: las costuras.

Eso no significa que te tienes que endeudar hasta el cuello. Pero sí que inviertas en ti, en tu libro, en tu nombre como autora. Porque esto va de largo. Esto es tu carrera.


Y sí, un lector beta también puede ayudar…


Pero un lector beta no es un editor. Es como pedirle a tu abuelita que pruebe tu app. Te va a decir si le gustó o no, pero no va a detectar bugs en el código.

El editor profesional, en cambio, va a ver si tu personaje se comporta de forma incoherente, si el ritmo decae, si te repetiste más que canción de TikTok. Y lo mejor: te va a dar soluciones.


Ahora…  ¿Cómo elegir un editor sin morir en el intento?


🕵️‍♀️ Investiga su trabajo: pide muestras, compara estilos, busca testimonios

💸 Evalúa presupuesto, pero no escatimes. Lo barato te puede salir carísimo en reputación.


🧠 Busca feeling: tu editor no solo corrige, también te guía. ¡Tienen que tener química literaria!

 

¿Entonces qué hago, Bet? ¿Cómo empiezo?


Fácil. Prepara tu manuscrito para una revisión ortotipográfica básica. Luego dale una edición de estilo si realmente quieres llevar tu historia a un nivel profesional. Y si puedes, trabaja con alguien que entienda tu voz y tu género.


Reflexión final

Publicar sin corregir es como salir a cantar sin afinar. Puedes tener mucho talento, sí, pero lo que se va a escuchar… es ruido. Así que si realmente amas tu historia, trátala como se merece.


Porque sí, escribir es un arte. Pero editar... editar es un acto de amor.

Cuéntame en los comentarios cuál ha sido tu mayor miedo al momento de corregir tu libro. ¿Te aterra cortar escenas? ¿No sabes en quién confiar? ¿Te cuesta soltar el control? ¡Hablemos! Y no olvides descargar la guía gratuita, que está hecha justo para ti.



📣 Usa el hashtag #EscribirConÉxito y comparte tu experiencia con la edición. ¡Yo misma te leo y te respondo!

 
 
 

Commentaires


bottom of page